
Tosferina (pertusis)
La pertusis, también conocida como "tos convulsa" o "tosferina", es una infección del sistema respiratorio provocada por la bacteria Bordetella pertusis. Se caracteriza por accesos severos de tos que terminan en un sonido muy peculiar conocido como "canto del gallo" cuando la persona inhala. Si bien la tos convulsa puede presentarse a cualquier edad, es más severa en niños y lactantes de menos de un año que no han sido inmunizados completamente. Aproximadamente el 40% de todas las infecciones con pertusis se da en niños de menos de un año y sólo el 15% ocurre en niños mayores de 15 años.
La mitad de las muertes por tos convulsa se dan en lactantes de menos de un año y las complicaciones graves son más comunes en este grupo. Cuando un niño menor de un año se infecta, casi siempre fueron sus padres, hermanos, personal de gaurdería o contactos cercanos los que les transmitieron la enfermedad.
La tosferina entre adolescentes y adultos ha ido en aumento en los últimos años. Éste es un hecho importante, porque los adolescentes y adultos con tos que pueden no darse cuenta de que tienen tosferina son actualmente la principal fuente de infección para lactantes y niños.
¿Cuáles son los síntomas?
Los primeros síntomas de la tosferina son similares a los de un resfriado común: secreciones en la nariz, estornudos, tos y fiebre. Pueden durar 1 o 2 semanas.
Este lapso es seguido por aproximadamente 2 a 4 semanas de tos fuerte donde la tos seca e irritante se transforma en accesos de tos. Durante un acceso de tos, que puede durar más de un minuto, el niño puede ponerse rojo o morado. Al finalizar el acceso de tos, el niño quizás haga un ruido característico al inhalar o vomite. Entre cada acceso, el niño suele sentirse bien. Si bien es probable que los bebés y niños pequeños infectados de tosferina desarrollen los episodios de tos característicos con el sonido que los acompaña, no todos ellos lo harán. Sin embargo, en ocasiones, los bebés no tosen ni emiten un sonido ululante como los niños más grandes. Puede parecer que les falta el aire y tener la cara enrojecida y pueden llegar a dejar de respirar por unos segundos durante accesos de tos particularmente severos.
Los adultos y adolescentes con tos convulsa pueden presentar síntomas más leves o atípicos, tales como una tos prolongada sin los accesos de tos o el sonido ululante.
La última etapa consta de otras cuantas semanas de recuperación con la desaparición gradual de los síntomas. En algunos niños, el periodo de recuperación puede extenderse por meses.
¿Cómo se contagia?
La tosferina es altamente contagiosa. La bacteria pasa de persona a persona a través de diminutas gotas de fluido de la nariz o la boca de una persona infectada. Éstas pueden ser transportadas por el aire cuando la persona estornuda, tose o se ríe. Otras personas pueden infectarse al inhalar las gotas o si las gotas entran en contacto con sus manos y después se tocan la boca o la nariz. Las personas infectadas contagian más durante las primeras etapas de la enfermedad, hasta aproximadamente 2 semanas después de que comienza la tos. Los antibióticos reducen el período de contagio a 5 días después del inicio del tratamiento con antibióticos.
¿Cómo evito contagiarme de Tosferina?
La pertusis se puede prevenir con la vacuna contra la tosferina, que forma parte de la inmunización DTaP (difteria, tétanos, pertusis acelular). Los expertos consideran que hasta el 80% de los miembros no vacunados de una familia desarrollarán tosferina si viven en la misma casa que una persona que presenta la infección. Por este motivo, cualquier persona que entre en contacto con otra que tenga tosferina debe recibir antibióticos para evitar la propagación de la enfermedad. Los niños pequeños que no recibieron las cinco dosis de la vacuna pueden necesitar una dosis de refuerzo si están expuestos a un familiar infectado.
Es muy importante que los adolescentes y adultos, especialmente las embarazadas y los que conviven con niños menores de un año, se vacunen contra la tosferina, no sólo para protegerse ellos sino para disminuir el riesgo de infectar a los niños pequeños.
Tratamiento
El médico realizará el diagnóstico después de armar una historia clínica y realizar un examen físico completo. Quizá tome muestras de mucosidad de la nariz y la garganta para determinar si presenta una infección con tosferina. Estas muestras se envían a un laboratorio, donde se examinan y se realiza un cultivo en busca de la bacteria B. pertusis. También se pueden realizar un análisis de sangre y una radiografía de tórax. EI paciente con tosferina recibirá tratamiento con antibióticos. Pregúntea PREVEMEDIC o a su médico si los demás miembros de la familia deben tomar antibióticos en forma preventiva o si deben recibir refuerzos de vacunas.
Algunos niños con tos convulsa deben ser tratados en un hospital. Hasta el 75% de los lactantes de menos de 6 meses de edad con tos convulsa recibirán tratamiento en un hospital. Los bebés y niños pequeños tienen más probabilidades de requerir internamiento, porque el riesgo de que desarrollen complicaciones como la neumonía, infecciones en los oídos, deshidratación, y convulsiones es mayor. En lactantes de menos de 6 meses, la tos convulsa puede llegar a poner en riesgo la vida.
Durante la hospitalización, un niño puede necesitar que le aspiren las secreciones respiratorias espesas, se controla la respiración y es posible que necesite oxígeno. El paciente puede necesitar líquidos intravenosos si presenta señales de deshidratación y tiene dificultad para comer. Además, el niño será aislado de otros pacientes y se tomarán precauciones especiales a fin de evitar que la infección pase a otras personas, incluyendo el personal del hospital y las visitas.
Tratamiento en el hogar:
Si el paciente está recibiendo tratamiento para la tosferina en el hogar, respete los horarios de los antibióticos tal como el médico los indicó. Los medicamentos para la tos no son de mucha ayuda, ya que, por lo general, ni siquiera los medicamentos más fuertes pueden aliviar los accesos de tos de la tos convulsa. A medida que el enfermo se recupere, déjelo descansar en la cama y utilice un vaporizador de agua fría. Esto ayudará a aflojar las secreciones respiratorias y a aliviar los pulmones y los conductos respiratorios irritados (si utiliza un vaporizador, asegúrese de seguir las instrucciones para mantenerlo limpio y libre de moho). Además, intente mantener su hogar libre de factores irritantes que puedan provocar los accesos de tos, tales como aerosoles, humo de cigarrillos o humo de alimentos, chimeneas y estufas en las que se queme madera.
Los niños con tosferina pueden vomitar o no comer y beber mucho debido a la tos frecuente. Por lo tanto, ofrezca a su hijo porciones de comida más pequeñas y con mayor frecuencia, y anímelo a tomar líquido constantemente. Además, esté atento a las señales de deshidratación que pueden incluir las siguientes: sed, irritabilidad, inquietud, letargo, ojos hundidos, boca y lengua secas, piel seca, llanto sin lágrimas o menos idas al baño para orinar (en bebés, menos pañales húmedos). Si a su hijo ya le diagnosticaron tosferina y está recibiendo tratamiento en el hogar, busque ayuda médica de inmediato si tiene dificultades para respirar o presenta señales de deshidratación.
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